FÉLIX ALBO lleva deleitando a público familiar, escolar y, sobre todo, al de secundaria durante cursos y cursos.
Gracias a recorrer muchas muchas Bibliotecas Públicas Municipales y del Estado o las distintas regiones, ha contado a varias generaciones de críos, padres y ha recorrido centros escolares de toda índole. Algunos realmente sorprendentes.
Sus espectáculos para estos públicos guardan el cuidado en su diseño y la energía que los de adultos, solo que en este caso se tintan de algún matiz. En los espectáculos para padres y madres, por ejemplo, a parte de pasar un muy buen rato, se trata de seducir al adulto a contar en casa a los suyos, por ellos se tratan historias sencillas, fáciles de recordar y de jugar, más dinámicas, menos literarias, sin menos preciar a ninguna de ellas.
En los de primaria, se muestran muchos de los libros que guardan los cuentos que se cuentan. Se cuenta con ellos en la mano, mostrando en ocasiones sus ilustraciones, creando un vínculo directo hacia el objeto del libro para dibujar un camino desde quien disfruta escuchando hasta el objeto donde le aguarda la historia.
En los espectáculos de secundaria los textos bucean de la mano de un humor desbordado en los lugares comunes de los personajes y el público. Los textos también están inspirados en obras literarias que se referencian al final del espectáculo.
Todos con matices distintos pero buscando el máximo grado de satisfacción tanto en público como en quienes programan la actividad con objetivos, muchas veces, concretos.
Pasarlo bien, escuchando historias. Eso es lo que más define el trabajo de Félix Albo para estos públicos.
Gracias a recorrer muchas muchas Bibliotecas Públicas Municipales y del Estado o las distintas regiones, ha contado a varias generaciones de críos, padres y ha recorrido centros escolares de toda índole. Algunos realmente sorprendentes.
Sus espectáculos para estos públicos guardan el cuidado en su diseño y la energía que los de adultos, solo que en este caso se tintan de algún matiz. En los espectáculos para padres y madres, por ejemplo, a parte de pasar un muy buen rato, se trata de seducir al adulto a contar en casa a los suyos, por ellos se tratan historias sencillas, fáciles de recordar y de jugar, más dinámicas, menos literarias, sin menos preciar a ninguna de ellas.
En los de primaria, se muestran muchos de los libros que guardan los cuentos que se cuentan. Se cuenta con ellos en la mano, mostrando en ocasiones sus ilustraciones, creando un vínculo directo hacia el objeto del libro para dibujar un camino desde quien disfruta escuchando hasta el objeto donde le aguarda la historia.
En los espectáculos de secundaria los textos bucean de la mano de un humor desbordado en los lugares comunes de los personajes y el público. Los textos también están inspirados en obras literarias que se referencian al final del espectáculo.
Todos con matices distintos pero buscando el máximo grado de satisfacción tanto en público como en quienes programan la actividad con objetivos, muchas veces, concretos.
Pasarlo bien, escuchando historias. Eso es lo que más define el trabajo de Félix Albo para estos públicos.